El experimentado piloto andorrano ya trabaja en la puesta a punto del Ford Fiesta, para estar entre los Turismos más rápidos.
Gerard de la Casa empezó el 2021 con un proyecto motivador en mente, luchar por reconquistar el título del Campeonato de España de Turismos al volante de un vehículo poco habitual en las competiciones de Montaña, un Ford Fiesta ST.
La mecánica se hizo esperar más de la cuenta y Gerard ansioso por competir no dudó en iniciar la temporada, en las primeras citas del Campeonato de Cataluña de la especialidad, al volante del Subaru (WRX). En esta fase inicial de la temporada ya quedó demostrado, una vez más, que los Porsche seguían apretando mucho y que el Subaru no podía seguir el ritmo. Era evidente que el cambio se tenía que hacer con urgencia si quería seguir luchando por ganar entre los turismos, en las diferentes pruebas en las que decidiera competir.
Llegó el Ford Fiesta ST con el tiempo justo de viajar a Asturias y disputar El Fitu. El inicio del Campeonato de España de Montaña se acercaba y cada vez se veía más difícil la posibilidad de que Gerard pudiera disputar la subida asturiana al volante del Fiesta. Al final llegó y aún hubo un pequeño margen de tiempo que permitió a los técnicos de Baporo Motorsport dejar la nueva mecánica en condiciones para qué De la Casa pudiera hacer un (mini) test antes de partir hacía Arriondas (Asturias).
Más que un test fue una primera toma de contacto, para no lanzarse a competir en una prueba de la envergadura de El Fitu sin haber subido al Ford. Con todo Gerard ya pudo tomar nota de varios detalles: “Sin duda, no tiene nada que ver con el Subaru. Corre mucho, cuando parece que va al límite aún pide más. No hay duda que, un período de adaptación será necesario para tener la confianza suficiente que nos permita aprovechar el enorme potencial que este Ford esconde bajo el capó”.
Como queda dicho la primera prueba sería, ni más ni menos, que El Fitu con los mejores pilotos, tanto españoles como europeos, en el punto de salida. Además con una meteorología adversa que complicaba un poco más las cosas. La experiencia no salió como esperaba y las consecuencias fueron pasarse varias semanas en el dique seco para recuperarse de la lesión de muñeca que se produjo en los primeros compases de la prueba. Gerard aún encontró un dato positivo: “No he podido hacer demasiadas pruebas en el Fiesta que era el objetivo. De lo que si estoy seguro es que es un vehículo muy seguro y que su chasis aguanta golpes duros sin inmutarse”.
Con la recuperación en su fase final, Gerard volvió a pilotar en la Pujada a Gironella-Casserres. La recuperación fue por buen camino desde el primer momento y, a mediados de septiembre, el piloto de Gedith Center creyó que era momento de volver aunque, eso sí, sin grandes pretensiones en cuanto a marcar los cronos de antes de la lesión. La Pujada a Gironella-Casserres, que se volvía a celebrar después de 10 años de ausencia, fue el escenario elegido y el resultado fue más que positivo: "Es una subida de las míticas de hace años, que ganamos hace mucho tiempo (1998). Me he sentido bien pero también es cierto que hay mucho trabajo por hacer tanto físicamente en mi muñeca como a nivel técnico en el Fiesta".
La siguiente experiencia fue la Subida a Urbasa 2021, en la que fue el más rápido entre los Turismos, pero para Gerard no fue suficiente: “Los cronos aún están lejos de los que hacíamos con el Córdoba WRC”.
Queda trabajo por hacer y Gerard de la Casa no tiene intención de rendirse. El fin de semana (23 y 24) se desplazará a Macael (Almería) para disputar la Subida del Marmol, una prueba de gran carisma del certamen andaluz. En la recta final del 2021, serán las pruebas del Campeonato de Cataluña las que centrarán su atención.
¿El Campeonato de España? “Será una asignatura pendiente que nos quedará para el 2022”.
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