Edgar Montellà, el piloto que cuenta con el apoyo del programa de Jóvenes Pilotos del ACA, dejó la localidad gaditana completamente desmoralizado, después de ver como era excluido de la subida por no tener el presupuesto necesario para dejar su mecánica en condiciones de competir, una vez superadas las verificaciones de final de carrera (abrir motor). Montellá terminó la subida en la quinta posición de la categoría II (CM-Promoción).
La competición, sobre todo durante la jornada del sábado (día 21), estuvo marcada por el gran número de incidentes que se produjeron en la pista que obligó a parar las diferentes subidas en diversas ocasiones; además los organizadores se vieron en la tesitura de tener que anular la segunda subida de entrenamientos cuando la habían disputado la mitad de los participantes. Para añadir algo más de suspense a una jornada caótica, la lluvia apareció con intensidad en la recta final de la primera subida de carrera, disputada el mismo sábado. El recorrido que preparó la Escudería Ubrique para la 23a edición de su prueba fue el habitual. Un trazado total de 4,400 km, con salida desde el hito kilométrico 29,700 de la carretera A-373, aún en las calles de la localidad de la provincia de Cádiz. El final estuvo ubicado en el hito 16,950 de la A-2302, carretera que se coge en el conocido cruce de la gasolinera. El desnivel es de 294 metros, con una pendiente media de 6,97 % y una pendiente máxima del 9,80 %.
Categoría II (CM Promoción)
Edgar Montellà (Speed Car), en su primera participación en Ubrique, ocupó la quinta plaza una vez completadas las tres subidas, las dos mejores válidas para la clasificación final. El joven piloto del ACA fue mejorando el setup de su mecánica después de cada subida consiguiendo, en la recta final de la prueba, mejorar de manera alentadora sus cronos iniciales. Este era el comentario que hacía el piloto andorrano una vez situado su vehículo en el parque cerrado final: Estoy satisfecho de haber conseguido los tiempos de la temporada pasada de algunos de los rivales que hoy he tenido ligeramente por delante. En mi opinión, es una subida muy difícil en la que la primera vez que compites todo son dudas y levantas el pie más de lo necesario. Creo que la próxima temporada, con la base del trabajo de este año, será menos complicado.
Muy a su pesar, Edgar ha visto como el futuro cercano se le ha complicado mucho después de las verificaciones técnicas que, de manera aleatoria, pasó una vez acabada la competición, así comentaba lo sucedido: Parecía un trámite habitual pero todo cambió cuando me dijeron que querían abrir el motor. El problema no es que nuestra mecánica sea ilegal, sino el coste económico que supone hacer lo que pedían. Mi presupuesto no me lo permite, intenté encontrar alguna solución, como precintar el motor y hacer la verificación a final de temporada aprovechando que el motor se abre para prepararlo de cara a la nueva campaña, pero no fue aceptada. Así pues, me excluyeron de la cita de Ubrique y, es evidente, que mi continuidad en el CEM queda en el aire. Veremos que decisión tomamos.
La decepción de Montellà y su equipo era total. Una verificación técnica, que conlleva un trastorno importante en su presupuesto inicial, puede poner el punto y final a su temporada de aprendizaje en el CEM 2018.
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