Albert Llovera llegó al Aeropuerto del Prat con una amplia sonrisa en su rostro que reflejaba, la gran satisfacción que sentía de haber llegado al podio final del Dakar, por tercera vez consecutiva.
El piloto andorrano, después de recibir el sincero homenaje de los familiares y amigos presentes en la terminal T1 del Prat, se puso a disposición de los medios de comunicación que quisieron recoger su opinión en la ubicación mencionada. Albert comentó: Estoy molido físicamente pero a la vez muy contento de haber llegado a Buenos Aires en una de las ediciones que, a priori, era considerada como la más dura del Dakar sudamericano.
Respecto a la dureza de las etapas comentó: Destacaría que las cinco etapas de Bolivia, se disputaron a 4000 metros, son las que me han desgastado a nivel físico. No hay duda que la jornada de descanso, que al final se puede decir que tuvimos dos, fueron muy bien para recolocarme el chasis y recuperar las horas de sueño que habían quedando por el camino.
En cuanto al regreso en dirección a Buenos Aires, a pesar de los cambios del recorrido, Albert considera que fue quizá más complicado: No hay duda que la climatología nos obligó a efectuar esfuerzos que no estaban en el guión, aunque será siempre una incógnita que habría pasado si se hubiera disputado la etapa reina, por ejemplo. En esta recta final, lo pasé muy mal en la antepenúltima etapa, fueron más de 10 horas de especial y los espasmos me hicieron pasar momentos complicados.
Lejos de relajarse y tomarse un merecido descanso, Llovera seguirá unos días más la actividad conocida como post carrera. Compromisos mediáticos y con los sponsors le tendrán ocupado unos días más antes de desconectar de manera definitiva del Dakar 2017.
Servicio de prensa.
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