Dado que el pasado día 1 de diciembre nos dejó quién fue Joan Vinyes Casanovas, uno de los pilotos que formó parte de la época dorada del automovilismo de Andorra, hemos querido recuperar esta entrevista que le hicimos tiempo atrás. Y es que años atrás, los pilotos andorranos eran esperados siempre con mucha expectación tanto por los organizadores como por los seguidores de las principales carreras españolas.
En Joan Vinyes pare, fue de los que más ruido hizo y de quienes más simpatías cultivó a lo largo de su vida, tanto a las competiciones, como la vida en general.
La trayectoria deportiva del pare Vinyes -recordamos que los suyo hijos Joan y Amàlia han seguido sus pasos en este mundo- se inició el 1964.
¿Donde fue Joan?
Mi primera carrera fue La Subida de La Massana. La hice al volante de un Mini. Salíamos desde el cementerio de Escaldes hasta la entrada de La Massana. Un recorrido impensable de poder hacer hoy en día.
Después de esta primera prueba, el piloto andorrano estuvo presente con asiduidad a las diferentes subidas en cuesta existentes (así se denominaban en aquella época las carreras de montaña), tanto del campeonato andorrano como del catalán.
Lejos de conformarte con estar entre los mejores de esta especialidad comenzaste una experiencia nueva en el mundo de los rallys. ¿Qué recuerdos tienes de esta etapa ?
Fueron sólo cuatro años pero muy intensos. Con mi mujer como copiloto, competimos en rallys del nivel de la Vuelta de España. También cambiamos de vehículos (Porsche, Seat 1430 FU, Alfa) para intentar estar siempre entre los mejores. Querría destacar especialmente que con la Nati, mi señora, fuimos de los primeros al hacer notas de los tramos. En este sentido, establecimos nuestro propio sistema, que no tenía nada que ver con el que se utiliza hoy en día. En aquella época pero, este detalle fue todo un acontecimiento y una novedad de la que todo el mundo habló.
El regreso a la montaña se produjo en 1984. ¿Se podría calificar de regreso espectacular?. ¿Cómo fue este segundo paso por la montaña?
Fue especialmente muy competido. Había pilotos con mucho nivel, como por ejemplo Joan Fernández, Pancho Egozkue o Luis Martinez entre otros. Las diferencias siempre eran muy mínimas. El año 1985 gané el Campeonato de España del Grupo A, después de una dura batalla con Xevi Riera. El año siguiente, a La Subida al Mármol de Málaga, siendo la última carrera que quedaba, logré el título de campeón absoluto de la especialidad. También fui varías veces campeón de Cataluña. El cierto es que fueron unos años muy bonitos en todos los sentidos.
¿Cuando dices “en todos los sentidos” a que te refieres ?
Pues a muchas cosas. En la carretera éramos rivales y todos defendíamos nuestros intereses, pero la noche antes todos cenábamos juntos y la sobremesa a veces duraba hasta altas horas de la noche. Éramos todos muy amigos! Recuerdo una vez, en una subida en Asturias, que al restaurante que íbamos habitualmente, el propietario nos dijo que teníamos que marchar, que el día siguiente teníamos de competir y que ya no eran horas de hacer cachondeo! Así que imagínate el ambiente!. Nos podíamos pasar horas explicando batallitas, chistes... un buen rollo que ahora ya no existe, al menos a este nivel tan bonito.
El año 1994 dejaste la competición. ¿Cómo vives las carreras de tus hijos?
La verdad se que me lo pasaba mejor cuando corría yo. Ahora sufro mucho. Disfruto cuando logran un buen resultado, pero lo que tengo muy claro es que lo más importante es que acaben las carreras sin hacerse daño. El resto es secundario. También es cierto que con las nuevas tecnologías sabes prácticamente en el momento, cuando cruzan la línea de llegada de un tramo. Este era el instante en que recuperaba la tranquilidad.
En el mundo de las carreras, ¿Que te gustaría hacer que no hayas podido hacer hasta ahora?
Me queda una cosa para hacer, si mi hijo (Joan) me hace preparar un Talbot Lotus que tenemos, me haría ilusión salir en un rally de clásicos o en una prueba de circuitos con este coche.
Así pues, queda claro que la trayectoria deportiva de en Joan Viñas Casanovas no estuvo cerrada hasta el último momento. De bien poco nos fue poder verlo una vez más al volante de un coche de competición histórico. Desgraciadamente, este gran piloto, peldaño imprescindible para completar la escalera que define la historia del motor en nuestro pais nos dejó el pasado día 1 de diciembre.
Esta entrevista va por usted, Sr Vinyes. |